Con este episodio cerramos el tema de los beneficios del pranayama. Ya conocemos sus efectos a nivel físico, así que hoy vamos a ocuparnos de los aspectos mentales, energéticos y espirituales.
Puede que sean efectos más difíciles de reconocer, pero aunque sean menos evidentes siempre están presentes, y con la práctica, podrás sentir cómo transforman positivamente tu vida.
Hablamos de todos ellos y al final hacemos juntos una meditación para conquistar el tiempo, el espacio y el destino. ¡No te la pierdas!
Contenido
- Beneficios del pranayama a nivel mental: Minuto 7:10
- Mayor concentración
- Estados de conciencia elevados
- Beneficios del pranayama a nivel energético:
- Incremento de la energía vital
- Relación con la gravedad
- Limpieza kármica
- Meditación para conquistar el tiempo, el espacio y el destino. Minuto 16:48
Transcripción
En los dos episodios anteriores hemos hablado de cómo el pranayama nos ayuda a mantener todos nuestros sistemas funcionando correctamente, hoy vamos a concentrarnos en sus beneficios en los planos mental, energético y espiritual.
Y es que el pranayama es mucho más que un trabajo con la respiración, ya que su objetivo real es expandir tu conciencia, y para ello, trabaja principalmente con tu energía. Lo que ocurre es que esta energía nos llega a través de la respiración, y es también a través de ella que podemos modificarla.
Hoy vamos a ver cómo la práctica disciplinada de pranayama afecta a nuestra mente, a nuestra energía vital y a nuestra parte espiritual.
Beneficios mentales del pranayama: mayor concentración
Uno de los mayores beneficios a nivel mental de la meditación es la concentración, algo que el pranayama puede incrementar y refinar. Porque algunos tipos de meditación te llevan a un estado de hipnosis o adormecimiento, en el que la mente permanece completamente pasiva y aletargada, como en stand by.
Durante las prácticas de pranayama, en cambio, logramos el enfoque unidireccional y la atención plena, pero lo hacemos manteniendo la mente totalmente alerta y presente, lo que hace que la concentración sea mucho más efectiva.
Además, todos los efectos que hemos visto previamente sobre el cuerpo, mejorando la limpieza, oxigenación y circulación, hacen que la energía fluya de forma más pura y adecuada, evitando bloqueos, impurezas y energías perturbadoras.
En palabras de Swami Niranjananda Saraswati:
La velocidad de la mente disminuye lentamente, pero su poder aumenta.
De esta forma la mente permanece enfocada, en total quietud, y te ayuda a estar más presente, no sólo durante tu práctica, sino en cualquier momento de tu vida. De esta forma conseguimos soltar los pensamientos que nos mantienen apegados al pasado, también la ansiedad por controlar el futuro, y se dice que un practicante serio de pranayama logra incluso deshacerse del miedo a la muerte.
Durante cualquier meditación es normal que la mente se distraiga y tengas que volver una y otra vez a fijar tu concentración. Pero ya has podido sentir con todas las meditaciones que hemos hecho, que cuando sumas a la meditación un patrón de respiración, es mucho más difícil que ocurra. Así que la práctica de pranayama es una herramienta magnífica para ganar enfoque, mejorar la concentración y mantenerte enfocado en una única tarea.
Beneficios mentales del pranayama: estados de conciencia elevados
Al igual que toda la práctica de Yoga, el pranayama está diseñado para desarrollar el potencial humano, en términos de conciencia. Es un catalizador para nuestra evolución, y así es como debe comprenderse y practicarse, no únicamente como técnicas o ejercicios de respiración.
Hoy vamos a insistir mucho en este aspecto, ya que es la razón de ser de estas prácticas, y es un efecto que ningún otro ejercicio te puede dar. Muchos otros pueden ayudarte a mantener la salud, pero ninguno te ayuda a conectar con tu parte sutil como lo hacen el yoga y el pranayama.
Esto puedes entenderlo de todas formas desde la parte física, no hace falta que creas en nada sobrenatural. Y es que la práctica tiene un efecto muy poderoso sobre el sistema nervioso, ayudando a interiorizar la percepción y la conciencia. Este es el primer paso para poder transformarla.
Además, pránicamente, la energía despierta y comienza a fluir más libremente, alcanzando partes que previamente permanecían bloqueadas u ocultas. A medida que el prana llega a ellas, las va iluminando ayudando a despertar, y abriéndonos a nuevas realidades y perspectivas.
Piensa que el prana que inhalamos a través de las fosas nasales circula por las nadis ida y pingala, que se cruzan entre sí y con el canal central, sushmana, en todos los chakras. Así, desbloqueando el flujo de energía en ellos, y nutriéndolo a la vez, estimulamos el despertar y podemos conectar nuestras experiencias físicas y sutiles, siendo cada vez más receptivos y sensibles a la energía vital, y al potencial que podemos desarrollar.
Beneficios energéticos: incremento de la energía vital
Pasamos ahora a hablar de los beneficios energéticos y espirituales, comenzando por el incremento de la energía vital. De esto hablamos en el episodio anterior, por lo que no voy a desarrollarlo de nuevo, pero sí que después de haber hablado de este tema en términos de vitalidad, me gustaría añadir un matiz muy importante.
Y es que la palabra pranayama siempre se ha traducido como control del prana o de la respiración, pero lo cierto es que también incluye otro significado que tiene que ver con la expansión. Así que la técnica del pranayama no es únicamente una herramienta para controlar la energía, sino también para expandirla.
De esta forma podemos ampliar, extender y agrandar nuestras reservas energéticas, y con ellas nuestra vitalidad y salud.
Beneficios energéticos: relación con la gravedad
Con el siguiente beneficio debemos ser muy prudentes, ya que se trata de la relación con la gravedad, algo que cambia con la práctica de pranayama. Seguro que has podido sentir la ligereza después de practicar, incluso sintiéndote flotar, pese a que la posición de tu cuerpo no haya cambiado y se mantenga perfectamente apoyado en el suelo.
Esto es algo que en los textos y escuelas tradicionales se ha valorado muchísimo, como signo de la madurez espiritual de una persona. Siempre se ha dicho que un yogi que ha alcanzado todo su potencial puede levitar.
Y es cierto que tiene su parte positiva, porque una relación demasiado fuerte con la tierra nos hace mantenernos densos y apegados a lo material. Y también afecta a la calidad de la respiración, como veíamos en el episodio número 87, que se llama la respiración y la tierra, y está completamente dedicado a este tema, así que te recomiendo que lo revises.
Pero dicho todo esto no podemos ignorar que la fuerza de la gravedad es fundamental para mantener nuestro cuerpo, ya que todo en él está diseñado para ella, si no piensa la cantidad de problemas a los que se enfrentan los astronautas al viajar al espacio y cambiar las condiciones gravitacionales.
Tampoco quiero promover esa idea de que se alcanza la madurez espiritual cuando se consigue levitar, me parece que no va por ahí el aprendizaje, o al menos como dice Donna Farhi, el mundo no necesita más gente que sea capaz de levitar o de estar en dos lugares a la vez, pero sí que necesita mucha más gente que sea amable.
De todas formas debes tener en cuenta que el pranayama no afecta directamente la relación con la fuerza de la gravedad, pero su práctica sí que influye en cómo nos relacionamos con ella a través de una mayor conciencia corporal, relajación emocional, energía vital y bienestar general. Todo ello termina teniendo un impacto muy positivo en nuestra postura, equilibrio y adaptación a la gravedad en nuestras actividades diarias.
Beneficios espirituales: limpieza kármica
Otro de los beneficios curiosos es la limpieza kármica. El karma ya sabes que es la ley de causa efecto, que funciona tanto en los planos físicos como sutiles, obligándonos a aprender las lecciones, y a saldar nuestras cuentas.
Pues se dice que con la práctica de pranayama podemos limpiar nuestro karma. Esto no te sorprenderá si practicas kundalini yoga, ya que hay varias técnicas para ello.
Pero aquí no se produce por una técnica en concreto, sino por la pureza que alcanzas con la práctica constante y comprometida. Se dice que gracias a ello puedes llenarte de luz, ya hemos visto antes cómo el prana iluminaba y arrojaba claridad y conciencia en cada rincón de tu ser.
El karma puede ser visto como oscuridad, o como un obstáculo que te ciega y te obliga a repetir una y otra vez los mismos errores. Pero con la práctica del pranayama se dice que se vuelve ineficaz e incluso llega a eliminarse.
En el Shiva Samhita se dice:
El sabio practicante destruye con seguridad todo su karma, adquirido en esta vida o en el pasado, mediante la regulación de la respiración.
Como el fuego de la aniquilación lo quema todo, el pranayama destruye la multitud de pecados. Después de liberar al yogui de todos los pecados, destruye todas sus acciones virtuosas.
Esto hace referencia a la plenitud del yogi que ha logrado estar por encima de la dualidad.
No son beneficios que obviamente vayamos a disfrutar nosotros en nuestro día a día, pero igualmente están ahí, y es en lo que se basa la tradición. Es una forma de pensamiento que ha influenciado a muchísimas personas en el Yoga y creo que debes conocerlo.
En realidad es el verdadero objetivo de la práctica, pero es cierto que a día de hoy no podemos entenderla como esa forma de renuncia al mundo, o al menos muy poca gente puede permitirse renunciar a su vida cotidiana para entregarse al cien por cien a la espiritualidad.
Cada vez hay más voces que apoyan buscar la espiritualidad en nuestra vida familiar, laboral, etc. Y la verdad es que yo comparto esta opinión, ya que mantenerte en un estado neutral o zen es muy fácil si estás tú solo en una cueva o monasterio, pero hay que ver cómo te comportas después frente a la inseguridad económica, cómo gestionas las relaciones, etc.
Meditación para conquistar el tiempo, el espacio y el destino
Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
Primera parte:
- Sentado en postura fácil (Sukhasana), vas a colocar las manos en el mudra de plegaria invertido sobre tu corazón, juntando el dorso de las manos, con las palmas mirando hacia fuera. Tendrás que rotar ligeramente los hombros hacia dentro y sentir cómo se alejan los omóplatos.
- Cierra los ojos 9/10.
- Permanece 2 minutos y medio en la postura y después comienza a inhalar lentamente por la nariz en 4 partes iguales, exhalando en una con un silbido continuo. Continúa con esta respiración 8 minutos y medio.
- Para terminar: inhala, echala y estira los brazos rectos por encima de la cabeza separando bien todos los dedos. Mantén el estiramiento durante 30 segundos.
Segunda parte:
- Vuelve a colocar el mudra de plegaria invertido, y ahora queda respirando de forma lenta y profunda mientras repites mentalmente el mantra Wahe al inhalar y Guru al exhalar. Continúa durante 9 minutos y medio.
Tercera parte:
- En la misma postura continúa respirando de forma lenta, ahora haciendo que tanto la inhalación como la exhalación duren 30 segundos. Si no es posible, hazlo lo más lento que puedas. Vibra mentalmente el mantra Wahe Guru junto al latido de tu corazón. 13 minutos y medio.
- Para terminar: inhala, estira los brazos arriba unos segundos y después exhala y relaja.
Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.